Un aria
espléndida, “Lascia ch’io
pianga” (“Déjame que llore mi cruel suerte, y que suspire por la
libertad. Que el dolor rompa estas cadenas de mis martirios sólo por piedad), perteneciente a la ópera Rinaldo de Haendel, en dos
versiones muy diferentes pero geniales, la del contratenor francés Philippe
Jaroussky y la del pianista norteamericano Uri Caine y el trompetista italiano
Paolo Fresu. Ambas imprescindibles,
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